Cuando perdemos a alguien deja un hueco enorme en nuestra vida, por eso no es extraño que la veamos viva en sueños. Pero, ¿por qué pasa esto? El psicólogo Ian Wallace tiene la respuesta.
Perder a un ser querido es un trance muy doloroso. El duelo es una de las situaciones más duras con las que tenemos que lidiar los seres humanos y, por tanto, no es de extrañar que las personas fallecidas sean parte de nuestros sueños más comunes.
Tal como decía Sigmund Freud, «Los sueños son el primer eslabón de una serie de formaciones psíquicas. Su valor es más teórico que práctico y nos pueden ayudar a explicar la génesis de las fobias, neurosis e ideas obsesivas». De esta forma, lo sueños ofrecen numerosas interpretaciones.
¿Qué significa soñar con una persona fallecida?
Soñar con un ser querido que ya no está puede ser una experiencia conmovedora y desconcertante. Estos encuentros oníricos, donde la persona fallecida aparece viva y «llena de vitalidad», nos han intrigado durante siglos, dando lugar a innumerables interpretaciones y creencias. ¿Es un mensaje del más allá, un deseo subconsciente o simplemente un proceso natural del duelo?
Pues una mezcla de las dos últimas, porque una de las explicaciones más evidentes para este tipo de sueños, en especial cuando la muerte de dicha persona es muy reciente, es que echamos de menos su presencia en nuestra vida.
Sin embargo, algunos psicólogos, como Ian Wallace, han intentado ir un paso más allá y enseñarnos qué podría decirnos un sueño como este sobre nosotros mismos.
Para él, soñar con una persona muerta que vuelve del más allá simboliza una oportunidad para recuperar ciertas cualidades que esa persona tenía, reconectando con alguna faceta de nuestra identidad que creíamos perdida para siempre.
Por tanto, el significado de este sueño puede variar mucho en función de quién sea esa persona a la que ves volver del más allá.